jueves, 7 de marzo de 2013

ALGUNOS NOMBRES SI MERECEN OCUPAR ALGUN ESPACIO PUBLICO… OTROS NO.


Revisando mis notas de trabajo de campo encontré algunos nombres de personajes conocidos, otros en proceso de conocer y otros que quedarán pendientes, como es el caso de “Basilio Auqui” que honestamente no sé de quién se trata (más allá de un guerrillero por la Independencia del Perú), y en mis caminatas más allá de Huachipa enconté por lo menos tres organizaciones de vivienda que llevan su nombre en lo que fue el término de la hacienda Huachipa, hoy Jicamarca. Por qué la gente pone nombres de personas en las calles, plazas, instituciones, edificios y otros espacios publicos? Bueno, por lo general es en forma de homenaje y para salvaguardar su nombre en la memoria colectiva por una labor loable que no tiene precio, como nuestros “héroes nacionales”; además, generalmente esto es póstumo, salvo que su aporte a la sociedad haya trascendido en varios espacios y aspectos como lo podemos ver en los monumentos que se han construido a personajes - fuera del ámbito cívico – como “Quino” y “Chespirito” en otros países.
Así pues, Basilio Auqui queda en la memoria de esas poblaciones porque a lo mejor por primero que llegaron eran Ayacuchanos así como Basilio, en fin; en muchos poblados ponen nombres que para nosotros no son conocidos y quizá sólo ellos guardan el significado y trascendencia de este nombre, quizá un forjador de sus asociociones de vivienda, quizá un misionero solidario, quizá un juez de paz martir, etc. Lo cierto es que en Huachipa no tenemos nombres propios en los espacios públicos, salvo uno.
Dejaré el nombre de este parque para el final. Primero quisiera salvar el nombre de alguién que sí merecería pasar a la memoria de la localidad, se trata del CACIQUE ALONSO CHIMBI. Este personaje es el único cacique del cual se ha encontrado referencias en el Archivo General de la Nación; su presencia marca un momento importantísimo en la historia de Huachipa: la reducción de los “indios de guachipa” al inicio de la Colonia. Como sabemos, con las reformas que hizo el virrey Toledo empezaron las reducciones indígenas con el que trasladaban y concentraban a los indios a zonas aledañas a la casa del encomendero, para un control de los mismos. En este caso los indios de Guachipa fueron trasladados en 1571 a la reducción de Todos los Santos de Lurigancho, luego llamada San Juan Bautista de Lurigancho. Este Alonso Chimbi solicita que las tierras de Guachipa sean vendidas debido a que ellos no pueden ir a sembrarla por la distancia y además no pueden cuidar de los sembríos de los cimarrones y de las bestias de carga que pasan por el camino. Es asi que Alonso Chimbi llega a concretar esta venta, se desliga de est tierra y con esto se cierra una etapa muy importante de la población huachipana originaria. Volviendo al tema, su nombre debería serreconocido en algun monumento, en alguna mención especial de trascendencia en nuestra localidad. Pero las autoridades no lo hacen, lo desconocen o no les importa.
Como podrán observar en todo Huachipa existe UN parque público que es la misma plaza, las lotizadoras que originaron esta distribución se olvidaron del detalle de dejar terrenos para los lugares de esparcimiento, quizá porque cada terreno tenía espacio suficiente para hacerlo dentro de casa. En fin, tal vez muchos vecinos de Huachipa no lo sepan pero SI EXISTE UN PARQUE y se  ubica en La Capitana, en la zona industrial, casi terminando Huachipa, cerca a la calle Las Moreras y Las Palmeras; podríamos decir que es un parque periférico. Qué de singular tiene este parque, pues nada menos que lleva el nombre de un exvecino de Huachipa, pero todos nos preguntamos si ha hecho algo de lo cuál debamos agradecerle, porque el hecho de que ha pasado a la historia, Sí, pero de una forma nefasta. Una persona que ha permitido el ingreso de decenas de empresas que han invadido las zonas residenciales, otras que han exedido el grado de industrialización y casi todos ellos contaminantes. Pasará a la historia de Huachipa como el personaje con el que se dieron grandes cambio, sí: Huachipa ya no es más la zona ecológica que todo limeño busca en sus fines de semana o vacaciones, sino una zona recreativa que se confunde con las grandes contrucciones, bulla y vibraciones de las fábricas. Este personaje histórico se llama Miguel Málaga, nuestro alcalde.

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